Arsene Wenger no se hubiera imaginado una forma peor de cumplir 1000 partidos al frente del Arsenal. Enfrente estaba su bestia negra, al que nunca había logrado vencer, José Mourinho.El Chelsease impuso 6-0 ante un débil Arsenal que estuvo desdibujado durante la totalidad del encuentro. El penalti por mano de Chamberlain que acabó conexpulsión de Gibbsen un grave error del árbitro, terminó de matar a los hombres de Wenger.
1000 partidos al frente de un equipo no se cumplen todos los días pero la celebración para Wenger fue más bien amarga. Seguro que en el guión escrito por el francés no existía una goleada tan abultada como la vivida este sábado ante su 'enemigo' José Mourinho.
La nave comandada por Wenger empezó bien el encuentro y a los tres minutos tuvo en los pies de Giroud una oportunidad de oro estrenar el marcador de Stamford Bridge pero se estrelló ante Cech. Quizás si hubiera acertado, el partido hubiera sido diferente... o no. Tan solo un minuto después, Samuel Eto'o adelantaba a su equipo con un gran zurdazo desde la esquina del área derecha y abría la veda para la goleada blue. El camerunés tuvo que retirarse lesionado tan solo 5 minutos después y Fernando Torres era el elegido para sustituirle.
Schurrle que fue un auténtico quebradero de cabeza para la defensa del Arsenal, puso el segundo en apenas dos minutos dejando al Arsenal muy tocado. Desde ese momento, el doble pivote David Luiz - Matic se hizo dueño y señor del control del partido. El Chelsea seguía empujando y en el minuto 15 llegaba la acción que marcaría el resto del encuentro.
El balón queda suelto en el área pequeña, Hazard dispara y Chamberlain que estaba dentro de la portería, despeja el balón a córner con la mano. El árbitro del encuentro parece que no vio bien la jugada, señaló penalti y expulsó a Gibbs en lugar de Chamberlain en un grave error. Hazard ponía el tercero para el Chelsea de penalti que goleaba con tan solo 16 minutos disputados.
Martillo pilón blue
El resto del encuentro estuvo dominado a la perfección por los hombres de José Mourinho que dio una lección táctica a Wenger. El Chelsea se limitó a controlar el balón con paciencia buscando su oportunidad de ampliar la ventaja en el marcador. Schurrle y David Luiz avisaron con dos buenos disparos antes de que Oscar firmará la sentencia de muerte con el cuarto gol, asistencia de Fernando Torres.
Wenger busco una reacción suicida tras el descanso con los cambios de Koscielny y Chamberlain que salían del campo en favor de Flamini y Jenkinson. No funcionó y el Arsenal no tuvo ninguna clara ocasión de acercarse en el marcador. El Chelsea no cambio ni un ápice su estilo vertiginoso de juego. Cada contraataque parecía que iba a acabar en gol,
una oda al fútbol directo.
Antes de retirarse del terreno de juego, Oscar amplió su cuenta goleadora, logrando su segundo gol y la manita del Chelsea. Disparo desde la frontal del área sin apenas oposición que sorprendía a Szczesny. Salah que salió en sustitución de Oscar amplió la ventaja a seis goles tras una espectacular asistencia de Matic y Stamford Bridge desbordaba de alegría. En el resto del partido dominó la tranquilidad y el Chelsea es aún más líder.
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