José Miguel González, "Míchel", ha conseguido su segundo título de Liga con el Olympiakos griego tras ganar por 2-0 al Panthrakikos, el primero que logra dirigiendo a su equipo desde la primera jornada de la competición y con el que sigue los pasos de Ernesto Valverde en el paraíso español de Grecia.
Míchel vive sus mejores días desde que comenzó su andadura en los banquillos allá por la temporada 2005/2006, cuando se puso al frente del Rayo Vallecano en la Segunda División B de España. En Grecia ha encontrado la estabilidad y disfruta de unos días de vino y rosas después de algunos altibajos durante su carrera en los banquillos.
En Grecia, puede afrontar un proyecto en el que se siente como pez en el agua. El Olympiakos volvió a apostar por la filosofía española en un banquillo y no le va nada mal. Antes, Ernesto Valverde, ahora a cargo del Athletic, consiguió las Ligas de 2009, 2011 y 2012 para el conjunto griego, que, con el técnico extremeño, también añadió a sus vitrinas las Copas de 2009 y 2012.
Un par de años después de su salida del club, Míchel ha recogido el testigo del "Txingurri". Con su victoria de ante el Panthrakikos por 2-0, consiguió su primer título de verdad, forjado desde el minuto uno de la primera jornada del campeonato de Grecia. Lo logró con algo de suspense, dos semanas después de lo esperado porque antes pinchó un par de veces para aplazar su alirón.
Es el segundo que canta desde que llegó a Grecia el pasado curso, cuando el 4 de febrero de 2013 sustituyó al portugués Leonardo Jardim, que salió del club cuando el Olympiakos iba primero en la Liga con diez puntos de ventaja sobre el segundo. Míchel sólo tuvo que seguir la corriente para ganar una Liga al que añadió una Copa tras vencer en la final al Asteras Trípoli.
El técnico español no pudo evitar las comparaciones con Valverde el día de su presentación oficial con el bloque griego: "Es un reto impresionante intentar ser más grande que Valverde, aunque en lo único en lo que soy más grande ahora es en unos centímetros de altura", bromeó.
En aquellos días se hablaba por Grecia de la extraña destitución de Jardim, invicto en la competición cuando fue despedido. Su fallo fue no conseguir pasar de la fase de grupos de la Liga de Campeones. En eso, Míchel no ha tropezado como su antecesor. Todo lo contrario. En la entidad helena están contentos con su fichaje. Ganar títulos en casa es algo ya cotidiano. Suman cuatro entorchados seguidos. Pero Europa es otra historia.
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